Un poco de mí

Mi nombre es Marina, me alegra profundamente que estés aquí.

¿Quién soy?…
He de decir que la pregunta casi siempre me lleva al espacio sin respuesta, al reconocimiento de que a cada paso soy distinta. Después de intentarlo sin descanso, me cansé de definirme… aunque por varios años lo intenté con mucho esfuerzo.

Mi mayor maestra ha sido la vida, sin duda.
Ella me ha invitado a danzar entre la desconexión y la conexión, entre lo muerto y lo vital, entre la soledad del aislamiento y la elección de la compañía, entre un miedo profundo a vivir… y VIVIR.

La creación de este espacio me enseña a danzar entre la búsqueda y la exploración, habitando mis polaridades y expresiones contrarias. Habitándome cada vez más completa, con lo que acepto y lo que rechazo de mí, con las preguntas sin respuesta.

Todo lo que acontece más allá de esto, formaciones, procesos terapéuticos, indagaciones… son satélites alrededor de una verdad profunda que se sigue desvelando y me invita, una y otra vez, a decir sí a la vida, con todo.

Desde esa rendición y esa verdad que no requiere ser forzada, acompaño a mujeres en sus propios procesos de reconexión con el cuerpo, el sentir y lo vital.

Trabajo desde la terapia somática y la presencia amorosa como camino para volver al pulso íntimo, propio, a la posibilidad de una vida encarnada.